Evasión y Fuga de Capitales

30/09/2014

El mismo día que Clarín y La Nación publicaban como principal titulo de tapa la NO noticia sobre las 32 preguntas a quien viaje al exterior —afirmando que se trataba de un plan del gobierno para desalentar las compras de dolares—, ese mismo día, Francia entregaba a la AFIP los datos de las cuentas bancarias no declaradas de 3900 argentinos. Es decir cuentas de evasores que no pagan sus impuestos, de argentinos que fugan divisas de forma ilegal. La dimensión de esa fuga de capitales es tal que supera largamente el volumen de la deuda externa y además alimenta el principal problema económico del país que es la restricción externa. A pesar de la relevancia de esta noticia, para Clarín solo mereció una nota al pie en la página 16 y para La Nación el asunto ni siquiera existió. Para la prensa hegemónica que fija la agenda de lo que se discute y lo que no, la noticia importante y fundamental del día no podía ser la magnitud de la fuga de capitales sino la “tremenda persecución” que el gobierno ejerce sobre los argentinos que quieren volar al exterior: una pavada mayúscula.

Por Gustavo Nagel

Las autoridades tributarias de Francia entregaron a la AFIP la información detallada de 3900 cuentas bancarias de personas físicas y sociedades de la Argentina abiertas en el banco HSBC de Suiza. Según la información oficial, en ese banco suizo solo hay declaradas 125 cuentas de argentinos, por lo tanto 3775 cuentas no fueron declaradas. En criollo, fugan capitales y no pagan impuestos. Pese al secreto bancario suizo una filtración permitió conocer la información de más de 130 mil clientes de esa sucursal del HSBC. Con esos datos las autoridades fiscales de Francia lograron recuperar 1.200 millones de euros en impuestos evadidos.

Más allá del monto que el gobierno argentino eventualmente pueda recuperar gracias a esta información, lo relevante de la noticia —que Clarín minimizó y que La Nación directamente ignoró— es que existe una impresionante fuga de capitales y que los responsables no son extranjeros sino argentinos. Las estimaciones oficiales sobre el volumen de esa fuga de divisas de residentes argentinos, tomando solamente los activos financieros, hablan de 220 mil millones de dólares. Estimaciones privadas ubican las cifras en el doble: 450 mil millones de dólares. Solo a modo ilustrativo se puede decir que la deuda externa argentina, según datos del Banco Mundial, asciende a 121 mil millones de dólares.

Fácil es darse cuenta que la restricción de dólares que enfrenta la economía argentina no tiene que ver con la cantidad de empleados del Estado, ni con los fondos destinados a la asistencia social, el problema es la enorme evasión impositiva y la fuga de esos capitales ilegales que producen muchos de los que se llenan la boca hablando dando clases de moral.

Micro Radial del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos