Muchos no podrán soportar

13/02/2017

Página/12 | Opinión

Por Claudio Boada *

PSol CABA

Aranguren

El aumento en las tarifas de los servicios públicos –fundamentalmente agua, gas y electricidad– no es un hecho aislado. Responde a la matriz macrista. No proviene de una única necesidad de corrección de valores económicos heredados del período “populista”, sino de una distinta visión sobre la esencia de estos servicios.

Recapitulemos lo sucedido desde las elecciones de 2015 hasta fines de 2016. Devaluación, despidos, pérdida del valor real de los salarios, estampida de precios, techo a las paritarias, desaparición de Precios Cuidados y triple tarifazo (agua, gas y electricidad). Sólo algunos mojones.

Los afectados del tarifazo no somos sólo los usuarios residenciales, sino un abanico de sectores. Clubes de barrio, centros culturales, teatros, comedores y merenderos, sindicatos y sus centrales, recuperadas, cooperativas y pymes; entre otros. Todos ellos no pueden ni podrán soportar el terrible aumento de agua, gas y electricidad, brindarán sus servicios a una población con menor capacidad adquisitiva y para los sectores productivos les espera concentración y reemplazo de producción nacional por importada.

Esta visión de los servicios públicos ya la sufrimos en CABA desde 2007. El Lema, “cada uno debe pagar el costo pleno del servicio”. El aumento feroz en subtes y autopistas provocó exclusión. Miles de pasajeros se volcaron a colectivos saturados y los menos pudientes se tuvieron que conformar con las calles atestadas.

La energía (como el agua, las cloacas y las comunicaciones) son derechos humanos básicos y no son una mercancía. El Estado debe garantizar a todos el acceso y cada uno debe abonar lo que su condición socio–económica le permita. No queremos excluidos de estos servicios indispensables para la vida cotidiana.

Lo vivido en 2016 fue sólo el primer capítulo del tarifazo. Ya se están sumando nuevos aumentos (como el reciente de electricidad, que llega al 148 por ciento). Este modelo se repetirá en todo el país. En gas y electricidad se proyectan cuatro aumentos anuales (desde 2017 al 2019). En gas, dos del valor del gas en boca de pozo y dos de transporte y distribución (de alcance nacional). En electricidad, dos en generación (de alcance nacional) y dos de transporte y distribución (las disposiciones nacionales alcanzan al servicio de Edenor y Edesur, pero en general son reproducidas en el ámbito provincial, con aumentos similares).

El aumento del gas en boca de pozo –dolarizado y pagadero por usuarios cuyos ingresos son en pesos– durante 2017, será del 352 por ciento, combinando el incremento previsto para 2017 (293 por ciento) y la devaluación estipulada en el Presupuesto (20 por ciento) (Cantamutto, Francisco J. El Tarifazo: Breve estudio sobre el Gas). Esto corresponde a sólo dos de los cuatro aumentos previstos para 2017.

Estos aumentos, muy superiores a la suba de los ingresos de la población, conducen inexorablemente a la pobreza energética (dimensión específica de la pobreza en la cual los hogares presentan severas dificultades para hacer frente a los gastos energéticos). Con los aumentos producidos en 2016, el 34 por ciento de los hogares de la región metropolitana (CABA y AMBA) es pobre energética (Informe CEPA–IndEP). Estos números serán cada vez peores.

El Gobierno Nacional debería considerar estas opiniones e iniciar una etapa de diálogo (hasta ahora un diálogo formal. Llegó a audiencias públicas por exigencia de la justicia y asume las mismas con las decisiones ya tomadas, escatimando la información e impidiendo el debate) y que del mismo surjan correcciones en este modelo que nos aplasta.

Para quienes no formamos parte del Gobierno, la movilización pacífica manifestando nuestro desacuerdo (repitiendo los ruidazos del año pasado) y la participación activa en las Multisectoriales –aparecidas desde principios del 2016 en cada pueblo del país con participación de los sectores afectados– son herramientas que se han tornado indispensables en la lucha por una sociedad más justa. Allí –cara a cara– nos encontraremos.

 

* Abogado y director de la Unión de Usuarios y Consumidores

 

Nota publicada en Página/12 el 13/02/2017