Por Mesa de DDHH PSol CABA
El otoño de 2017 nos trajo una enorme noticia que calienta nuestros corazones.
El Nieto 122, hijo de Iris García Soler y Enrique Bustamante, militantes populares que permanecen desaparecidos, viene una 122va vez a desmentir a quienes niegan el plan sistemático que la última dictadura cívico militar desplegó a lo largo y ancho del país.
La lucha incansable de sus familiares y de las Abuelas logró lo imposible. Allí, para todos nosotros, la lección de la tenacidad para sobreponerse a las dificultades más grandes.
No podemos olvidar que los ejecutores de crímenes contra la humanidad han hecho grandes esfuerzos por ocultar sus delitos y destruir las pruebas que los puedan incriminar. Todavía persisten, aún procesados y condenados, en un pacto de silencio que, entre otras maldades, nos impide saber dónde están los Nietos que se buscan, qué han hecho con los detenidos desaparecidos y, por supuesto, nos lleva a pensar con fundamento que la cifra de 30.000 puede ser aún mayor.
No hubo errores ni excesos ni actos atolondrados o inconexos de supuestos combatientes comisionados para defender el sistema capitalista neocolonial. Los jóvenes militantes, Iris y Enrique, fueron apresados por la Policía Federal. Sin embargo, al igual que en muchísimos casos documentados y juzgados, ella, embarazada y a punto de dar a luz, medio año después de su desaparición fue enviada a la ESMA, donde los marinos se jactaban de tener una “maternidad modelo”. Una vez producido el nacimiento, las criaturas eran apropiadas y sus madres descartadas metódicamente. Una práctica sistemática sobradamente probada que no admite torpes “opiniones” que la pongan en duda. Quienes así se expresan tienen la libertad de hablar que otorga la Constitución, pero carecen de toda honestidad intelectual como quienes relativizan los genocidios universales y el terrorismo de Estado “made in Argentina” con “know how” norteamericano y francés.
Este caso, junto a todos los precedentes, le marca los límites a un gobierno que adrede deja correr voces discordantes al sentir mayoritario de los argentinos, que repudiamos toda reivindicación del terrorismo de Estado, así como la relativización de su rol en la destrucción de un Estado inclusivo para todos sus ciudadanos, con vergonzantes civiles partícipes necesarios.
Ante esta nueva recuperación de identidad, la Mesa de DDHH del PSol comparte la felicidad que embarga a los familiares de sangre del Nieto 122 y a todo el movimiento por los DDHH.