El impacto de la Asignación Universal por Hijo

01/06/2015

Micro Radial del Instituto Movilizador de Fondos Cooperativos (IMFC)

Todos los precandidatos juran y perjuran que no tocarán las medidas exitosas del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Todos aseguran que apoyan lo bueno hecho hasta el momento y prometen no borrarlo con un decreto. Sucede que las encuestas les dicen a los candidatos que mayoritariamente los argentinos ven con buenos ojos la estatización de las AFJP; la recuperación de Aerolíneas Argentinas, de los Ferrocarriles y de YPF; y las políticas sociales cuya bandera insignia es la Asignación Universal por Hijo.

Por Gustavo Nagel

Precisamente sobre esta última política de Estado puesta en marcha hace cinco años, un reciente estudio liderado por el prestigioso sociólogo y economista Bernardo Kliksberg analiza el impacto de la Asignación. Allí se afirma que de las más de tres millones y medio de personas que perciben el beneficio, cerca del 40 por ciento son niños menores de cinco años, edad en la cual resultan cruciales los controles de salud y los planes de vacunación.

El trabajo de Kliksberg subraya que la Asignacion Universal significó un salto cualitativo respecto a los tradicionales planes de asistencia social ya que se concibe como la extensión del sistema de asignaciones familiares. Además, ha contribuido a atenuar la desigualdad dentro de los hogares de menores recursos y actúa fuertemente respecto de la mejoría de la salud y la educación infantil en los sectores más desprotegidos de la sociedad.

Pero decíamos que los presidenciables, que hasta hace unos meses decían que las jubilaciones debían volver a las AFJPs, que aerolíneas o YPF estarían mejor en manos privadas, ahora cambian de idea porque así lo marcan las encuestas y los asesores de imagen que les dictan el libreto más conveniente para la ocasión.

Claro que al mismo tiempo estos candidatos, cortados por el molde de los poderes económicos concentrados y los medios hegemónicos de comunicación, dicen que es necesario bajar lo máximo posible las retenciones a la exportación agropecuaria o directamente eliminarlas; al igual que el impuesto a las ganancias y otros gravámenes que califican de distorsivos. No dicen de dónde sacarán los recursos para mantener las actuales políticas sociales si las jubilaciones vuelven al mercado y si las pretenciones de los exportadores se cumplen al pie de la letra. Es el ABC de cualquier política económica: para beneficiar a un sector necesariamente se tienen que afectar los privilegios de otros sectores. Y en este sentido está más que claro que los candidatos de la derecha, más allá de los discursos de campaña, no están dispuestos a afectar el poder de quienes los sostienen. Porque el egoísmo, la ambición y el desprecio por el pueblo, esta en la naturaleza de los poderosos.