El Partido Solidario de la Comuna 4 repudia las agresiones realizadas por una patota que responde al PRO hacia los vecinos reunidos en el Consejo Consultivo de la Comuna 4, donde se discutía, entre otras cosas, la licitación para la venta de 3,2 hectáreas de los terrenos públicos vecinos a Casa Amarilla al Club Boca Juniors, presidido por el dirigente del PRO Daniel Angelici, predio donde originalmente se iban a construir viviendas sociales.
A su vez, nos solidarizamos con Matías Scinica de la Agrupación Boca es Pueblo, quien fue herido en el cuello con un arma blanca; con Fernando Abal Medina, de Descamisados, que fue brutalmente golpeado, y con todos los vecinos y militantes agredidos por la patota del PRO.En el mismo sentido, exigimos que se esclarezca la situación con el debido procesamiento de los responsables. El PRO desde hace años viene anulando la participación ciudadana y la expresión de los vecinos para poder llevar a cabo sus negociados sin ningún tipo de oposición o denuncia por parte de la ciudadanía. Lo ocurrido el día de ayer no es un hecho aislado, es la política territorial que el PRO despliega para evitar disidencias y alejar a los vecinos de las instancias de participación que la Ley de Comunas estipula. Además, este accionar se suma a las agresiones a locales partidarios y militantes del campo popular que se relacionan directamente con una retórica de deslegitimación de la militancia emanada desde las instancias gubernamentales y con el proceder represivo del PRO en materia legal, política, cultural y económica.A su vez, nos solidarizamos con Matías Scinica de la Agrupación Boca es Pueblo, quien fue herido en el cuello con un arma blanca; con Fernando Abal Medina, de Descamisados, que fue brutalmente golpeado, y con todos los vecinos y militantes agredidos por la patota del PRO.
En el mismo sentido, exigimos que se esclarezca la situación con el debido procesamiento de los responsables. El PRO desde hace años viene anulando la participación ciudadana y la expresión de los vecinos para poder llevar a cabo sus negociados sin ningún tipo de oposición o denuncia por parte de la ciudadanía. Lo ocurrido el día de ayer no es un hecho aislado, es la política territorial que el PRO despliega para evitar disidencias y alejar a los vecinos de las instancias de participación que la Ley de Comunas estipula. Además, este accionar se suma a las agresiones a locales partidarios y militantes del campo popular que se relacionan directamente con una retórica de deslegitimación de la militancia emanada desde las instancias gubernamentales y con el proceder represivo del PRO en materia legal, política, cultural y económica.