Foto 1: Los vecinos de Colegiales, tras la empalizada que pusieron para evitarnos el paso con los carteles y reclamos por la obra que se inaugura. Enfrente, una barra brava de fútbol nos lo evita aún más, entre intimidaciones y provocaciones concretas (¿la nueva forma de hacer política que proclamaba el Ingeniero?). Estamos a los gritos en medio de la desurbanización total de un nuevo viaducto que des-integra el barrio. Una señora mayor, que viene de la feria, se cae por efecto de los escombros de una obra no terminada para los que vivimos ahí (sí para los automovilistas que pasan y votan), la cámara del noticiero llega a filmarla, tirada, en el suelo.
Foto 2: A casi una cuadra de la empalizada, entre miles (miles) de globos amarillos que rezan “En todo estás Vos”, el Ingeniero Macri, el candidato Bergman y el ministro Chain (el que le soplaba al oído al ingeniero, ¿recuerdan?) inauguran dos semanas antes de las elecciones el túnel de una obra inconclusa. Medios periodísticos sacan la foto que se verá en el diario de mañana -no la mía, de la vecina en el piso- y... ¿todos felices?
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No más fotos. Se apagó la cámara. Veo sólo a mi lado los ojos enrojecidos de la vecina que enrolla su cartel sintiendo que su barrio nunca volverá a ser el mismo, y en ese “humito” que se mueve cuando uno mira asfalto caliente a una cuadra de distancia, mi frustrada misión institucional de comunero que inauguraba algo en su barrio -porque ni me invitaron a su fiestita- y porque, como en la vida hay que elegir, yo había elegido estar con mis vecinos del otro lado de la empalizada.
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Justamente, nuestra Presidenta hace poco puso sobre la mesa una frase muy simbólica: La Patria es el Otro.
Y los que mal gobiernan mi Ciudad, eligen que En todo estás Vos, componiendo con ella y sus miles de globos PRO, la cosmética de una ciudad pensada sin sustancia social.
Es una buena instancia entonces este desafío que enfrentaremos el próximo 27-O. Porque -vos- a la hora de elegir tendrás que hacerlo justamente en esa disyuntiva: si cuando votás lo hacés sólo pensando en Vos como un “todo”, o si le estamos abriendo -en ese importante momento que ponés la boleta- la mano y el corazón al Otro.
El mensaje tramposo que pretende hacerte creer que en todo estarías vos, esconde que somos el objeto de pago (con nuestra propia calidad de vida) del (sujeto) que gobierna, que te dice que estás en todo, que sos el desvelo de sus acciones, mientras, por ejemplo, nos inundamos y la ciudad nunca estuvo tan sucia como ahora.
El proyecto político que nosotros defendemos en la ciudad y el país trabaja para que los sujetos de la inclusión seamos todos, y el único objeto sea que nos ensamblemos como una sociedad de mirada solidaria.
Entre el humito del asfalto caliente, estará bueno “buenosaires” si pensamos que en todo está el otro. Así nos plantaremos firmes si es que cualquier día de estos, atrás de cualquier empalizada, el Otro podamos ser Vos, yo, y mi vecina de ojos llorosos.