Gustavo Nagel, sobre el proyecto de reforma del Mercado de Capitales

29/11/2012

Hoy el Senado de la Nación, en su última sesión ordinaria del año, debatirá el proyecto de ley que regula el mercado de capitales. Proyecto que ya cuenta con media sanción de la Cámara Baja. Cabe recordar que el proyecto del Ejecutivo, al que se le realizaron una serie de modificaciones, fue acompañado por las bancadas opositoras con excepción del núcleo duro del pensamiento neoliberal. O sea el Pro y el llamado peronismo federal, que argumentaron que la ley era un nuevo ejemplo de la intromisión del Estado en los asuntos privados.

En verdad, el proyecto del Ejecutivo se inscribe en la misma línea de la  modificación de la Carta Orgánica del Banco Central, y viene a poner fin a una ley de la dictadura de Onganía, del año 1968 que establecía la autorregulación de los mercados de capitales. Es decir que es cierto que se trata de una norma que establece la intervención del Estado en el manejo de los temas que tienen que ver con las finanzas y el mercado de capitales. Pero también es verdad que en todo el mundo se le están poniendo regulaciones y controles a los mercados de capitales, pues así solitos como se venían manejando han sido los causantes de la inmensa crisis que hoy viven Europa y los Estados Unidos.

El proyecto que será tratado en la Cámara Alta contempla extender la capacidad de participación de las bolsas regionales y también busca ampliar la cantidad de entes que pueden calificar a los papeles que se emitan, ya que hoy, solo pueden hacerlo las tradicionales y tristemente conocidas calificadoras de riesgo. Con la modificación de la ley se prevé la incorporación de las universidades. Hay, además, un importante avance en lo que se denomina la mutualización del sistema. Es que hoy, para operar en la Bolsa hace falta ser socio, y esto implica tener una acción que vale unos 4 millones de pesos. El proyecto, en cambio, establece que no hace falta ser accionista de la Bolsa para poder operar.

En resumen, como señaló el diputado por Nuevo Encuentro, Carlos Heller, durante el debate de la norma en la Cámara de Diputados, se trata de un proyecto que apunta a la construcción de un mercado de capitales mucho más amplio y participativo; mucho más accesible para los pequeños inversores y para que las pequeñas y medianas empresas puedan emitir obligaciones para colocar en el mercado.

En cuanto a su proyección en el marco de la política económica, hay que señalar que la regulación del mercado de capitales supone una reconfiguración integral de su funcionamiento, lo que implicará canalizar una porción del ahorro nacional hacia el financiamiento de las empresas productivas. De modo  que, además, se fortalecerá el proceso de desarrollo económico, la generación de empleo y por ende contribuirá a una mayor inclusión social.