Las PASO, que en agosto determinarán los candidatos para las elecciones Legislativas de octubre, a primera vista pareciera que no definen mucho en términos estructurales para el país, para su política económica o para el rumbo general. En definitiva solo se renueva una parte del Poder Legislativo. Y por lo que hasta ahora va mostrando la campaña se trata más de un desfile de personajes que solo hablan de generalidades que de un debate de ideas serio y profundo sobre el proyecto de país que la oposición propone.
Pero mas allá de lo que parezca, el resultado de estas elecciones legislativas es importante y vale la pena considerar al respecto un par de cuestiones. En primer lugar, que la elección de medio termino, como sucedió entre 2010 y 2011, puede dar como resultado que el país tenga que manejarse durante dos años sin Presupuesto, porque una oposición victoriosa en aquellas legislativas decidió que así fuera. Cabe recordar que el famoso Grupo A lo único que logró en esos dos años con mayoría parlamentaria fue oponerse y trabar todas las iniciativas parlamentarias del oficialismo. Pero propuestas concretas, ninguna.
En verdad, la elección de medio término, sí decide cuestiones importantes, y debería debatirse cual va a ser el proyecto de país que cada candidato va a defender en el Congreso. Pero ese debate no es muy público, a los medios dominantes no les interesa y para saber que piensan los candidatos hay que hacer un rastreo personal. Por ejemplo, días atrás Federico Sturzenegger, titular del Banco Ciudad y candidato por el partido de Macri en la Ciudad de Buenos Aires, en una entrevista con un matutino porteño expresó claramente su pensamiento económico. El principal economista del Pro repite el típico discurso neoliberal que habla de igualdad de oportunidades en forma abstracta y de un Estado reducido a su mínima expresión. Que se opone a la recuperación de Aerolíneas Argentinas, de AySA, de YPF o de los fondos del sistema previsional. Que considera que el Plan ProCrear, que es un plan para darle dinamismo al sector de la construcción es negativo y que propone una devaluación de la moneda como principal medida de expansión de la economía.
Claramente la cuestión de fondo no pasa por la cara de tal o cual candidato, sino por la disputa entre dos concepciones, dos modos de ver la política, la economía y el país. Dos modelos que discuten si la Argentina debe ser solo para unos pocos privilegiados o si de lo que se trata es de redistribuir con justicia, con equidad y con inclusión social. Si se trata de integrarnos en el MERCOSUR con nuestros países vecinos o de reflotar las relaciones carnales de sumisión con los EEUU. En octubre decidiremos una vez mas que país queremos, si volvemos al pasado neoliberal o seguimos construyendo una argentina con trabajo y oportunidades para todos.
