PorPablo Spinella
La campaña del actual jefe de gobierno y ahora candidato a la reelección, convoca a jóvenes y adultos de cualquier característica física, corte de pelo, edad, religión, vestimenta o color de piel. Desde un lugar de hegemonía les da la bienvenida a los negritos, trabajadores, a los estudiantes de universidades públicas, a franja menos beneficiada de la sociedad, y se arroga el lugar de darles la bienvenida como si la ciudad no fuese de esos sectores.
Ahora bien, si yo o aquel es bienvenido, ¿quiénes no son bienvenidos? ¿A quiénes se excluye de la Ciudad? Esta campaña es definitivamente discriminatoria. Faltaría hacer una campaña diciendo: “yo también tengo un amigo judío”, “si sos homosexual podés participar”, “los negritos también pueden caminar por Recoleta”, “los bolitas viajan en Metrobús”.
Desigualdad y jerarquía, así se basa la campaña de Macri, que nos dice que él es más, el dueño de la Ciudad, nos dice a los porteños, a los simples habitantes del burgo, que esta ciudad que hicimos entre todos no es nuestra sino suya, y que él, todopoderoso de la picana y la UCEP, puede determinar quién es bienvenido y quién no. Porque, si bien la campaña incluye todos los estereotipos, el “vos sos bienvenido” remite obligatoriamente al “ellos no son bienvenidos”.
Mientras un modelo propone políticas de igualdad e inclusión social, el macrismo ha demostrado en estos 4 años de gestión, y sigue prometiendo, un modelo para pocos.
Con un lenguaje gerencial, habla del gobierno de la ciudad como quien se refiere a su propia empresa. Y con ese tono impostado, pero vacilante en su contenido, promete seguridad, salud y educación para todos. Curioso lenguaje, tramposo discurso.
En estos años de gobierno en la Ciudad hizo todo lo posible para “limpiar” el espacio público de todo lo que visualmente es molesto, excluyéndolos, sin soluciones reales a las problemáticas de vivienda, salud y educación.
Reprimió todo reclamo docente, el de los trabajadores de la salud, el de los sin techo, y transfirió los fondos que debería haber destinado a mejorar la calidad de vida de todos a las empresas contratistas para tapar baches en los barrios de clase media y alta.
En estos años hizo mucho, recordemos: triplicó los impuestos, actuó siempre en detrimento de la clase trabajadora y a favor de los grandes empresarios, recortó el presupuesto a los maestros, dejó con menos días de clase a miles de chicos, aumentó los peajes, los hospitales se caen a pedazos y sólo atienden a ciudadanos de primera, las calles de la ciudad están tapadas de llamativos carteles amarillos que la hacen intransitable, reprimió a quienes reclamaban por su vivienda, aumentó los sueldos de sus funcionarios.
El secretario de gobierno porteño y vocero oficial de la campaña macrista dijo que "La idea es que Mauricio aparezca lo menos posible en los afiches”.
Esto resume todo.